miércoles, 14 de diciembre de 2011

Love.

Dibujar su inicial por todos lados, e incluso en tu mano. Sonreír cuando te habla como si fuera lo más gracioso del mundo y decirle con esa vocecita que es bobo. Obsesionarte con las llamadas perdidas, su voz y sus mensajes interminables. Creer que su olor ha de formar parte de cualquier molécula de oxigeno que inspires, que sus pupilas y sus iris van a acabar de trastornarte, porque esos ojos marrones son encantadores.
¿Y qué más dará lo que piensen? Voy a seguir embobandome con su cara de niño bueno, a sonreír cada vez que me guiñe el ojo. Voy mirarle disimuladamente sin que se de cuenta, a seguir soñando con sus te quiero, con sus besos desprevenidos, y si, también voy a recordar cada uno de los momentos a su lado, porque solo son nuestros. Y quizás lo echo de menos; porque él fue el primero que me hizo sentir de esta manera, solo él sabia cómo hacerme reír sin parar, solo él sabía lo mucho que me gustaban sus besos, que me mordiera el labio, o que me abrazara por detrás, solo él sabe muy bien todo lo que me hizo sufrir, todo lo que di por él, todas las locuras que hice por amor, su amor. Porque le QUIERO COMO NUNCA ANTES HE QUERIDO.